6.6.11

Des-per-ta-dor.

Todos le tenemos miedo a las pesadillas... pero hay que tenerle miedo a los sueños felices, porque es de eso de lo que no queremos despertar.

Somos cenicientas que borramos el número doce de todos los relojes, para que nunca llegue la hora en la que la carroza se convierte en zapallo.
Vivir soñando es como tener una "tarjeta platino" sin límite, y que nunca te llegue el resumen.
Si alguien te despierta cuando estás teniendo una pesadilla, se lo agradeces. Pero si alguien te corta un sueño feliz, lo querés matar, ¿no?
Si sos optimista un realista te resulta pesimista.
Claramente, todos odiamos al despertador, pero qué sería de nuestra vida sin él.
¿Qué despierta un despertador cuando te despierta?
Tus sentidos. Salís del sueño y empezas a ver, a escuchar, a oler, a sentir.
Para poder despertar primero hay que desearlo. Luego intentarlo. Y después... dejar que ocurra.
Todos me preguntaban ¿qué te pasa? Y yo les decía "estoy re dormida". Sin dudas, necesitaba un despertador.